Mientras la industria automotriz continúa promoviendo la posibilidad de disponer de un automóvil en cada hogar, muchos países industrializados están comenzando a utilizar otras alternativas al automóvil centradas en un mejor transporte público de carril y en las bicicletas. En Europa, Holanda y Dinamarca el 30 % y el 20% respectivamente de los viajes diarios en las ciudades se realizan en bicicleta, en tanto que en Alemania, las políticas que alientan este medio han incrementado el índice de viajes urbanos en bicicleta, a nivel nacional, del 8% en 1972, al 12% en 1995. En China los científicos sostienen que el automóvil aumentará la congestión del tránsito, empeorará la contaminación del aire urbano y forzará una dependencia cada vez mayor del petróleo importado, en un país donde no existe la suficiente superficie para alimentar a su gente ni para construir las carreteras, autopistas y estacionamientos necesarios para el automóvil. En tanto en Estados Unidos, las ciudades están empezando a desarrollar más sistemas de transporte orientados hacia las bicicletas. Más de 300 ciudades norteamericanas, tienen parte de su fuerza policíaca montada en estos vehículos de dos ruedas, debido a que se pueden responder mejor las demandas ciudadanas. Además la polícia en bicicleta lleva a cabo arrestos más eficientes porque son más ágiles y menos llamativos. Entre las ventajas ambientales y sociales más importantes del uso de la bicicleta se encuentran: ocupa menos espacio, no contribuye a la contaminación, ayuda a reducir el tránsito, no contribuye a las emisiones de dióxido de carbono y ofrece una alternativa saludable de ejercicio a las personas que realizan tareas sedentarias como el trabajo de escritorio.
Fuentes: FUNAM(Córdoba); La Nueva Provincia (Bahía Blanca), abril de 1999.